¡Purísima Inmaculado y angustiada Madre! Asombrado y condolido os contemplo al pie de la cruz en donde expiró para darme vida Dios mi adorable redentor, bebiendo toda la amargura de su cruenta inmolación.

De modo específico, le pedimos por los enfermos y los que sufren, por las víctimas inocentes de la injusticia y la violencia, y por los cristianos perseguidos a causa de su Convicción.

Inmaculado María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el aparato de su propio suplicio de muerte; Él, que Cuadro creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan excelso de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, posteriormente de suceder sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo cierto Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una escarnio y una humillación tan excelso; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor .

La oración de los 7 Dolores de la Virgen es una forma de conectarse emocionalmente con la Virginal María y meditar en su sufrimiento como madre.

Cuantas son vuestras miradas, tantas son las espadas que traspasan vuestro cándido y enamorado corazón; cuantas llagas veis en el cuerpo de vuestro Hijo, tantas heridas se imprimen en vuestra alma; cuantas espinas traspasan las sienes de Jesús, tantas son las saetas que hieren vuestro tierno pecho; y clavada os recibidoráis con Jesús, Él en el cuerpo, y Vos en el alma.

Miradme ¡Oh mi amado y buen Jesús! Postrado en vuestra santísima presencia: os ruego aoraciones con el anciano fervor imprimáis en mi corazón los sentimientos de Confianza, esperanza y caridad, dolor de mis pecados y propósito de nunca ofenderos, mientras que yo, con todo el amor y con toda la compasión de que soy capaz, voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos ¡Oh mi Jehová! el santo Profeta David: «Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar mis huesos».

Te pido por todos los que están en esa dolorosa situación. No permitas que desfallezca en mi Certidumbre y hazme comprobar siempre tu cuidadoso presencia.

7. "He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la felicidad eterna aunque que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y Deleite imperecedero."

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Inmaculado María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan acullá, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de germinar, ya Cuadro perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio

Lágrimas de oración: de la Raíz que eleva su oración suplicante por los que no rezan, por los que están obstinados y cerrados para no escuchar a Todopoderoso.

La Iglesia nos invita a meditar en los dolores de la Inmaculado, especialmente en siete de ellos. Siete es un numero que en jerga bíblico es símbolo de plenitud o totalidad.

Algunas imágenes utilizadas y ciertos escritos han sido tomados de sitios públicos en internet en la creencia de que su uso para fines no lucrativos, como es este caso, es lícito.

La praxis de esta devoción se hace rezando 7 veces el Avemaría. Mientras tanto, hay que ir tomando conciencia de cada unidad de los 7 dolores de María, tratando de experimentarlos y darle sentido a su sufrimiento, pues, a pesar de ser santa y de ser Madre de Dios Hijo, no estuvo ajena al dolor.